Atrayendo hormiguitas.

- Abuela, ¿las hormiguitas por van en fila, unas para allá y otras para acá?

- Porque son muy listas, Miguelin. Ahí donde las ves, saben donde hay comida. Unas van en su busca, otras la traen a su casita.

- ¿Y que les gusta,abuela?

- Muchas cosas pero, sobre todas, el azúcar. Eso les encanta.

- Ah¡ Entonces ya sé, abuela, porque van y vienen hacia la alacena.

La abuela Matilde se incorporo dando gritos y maldiciones que,Miguelin, no alcanzo a comprender en aquel instante. El tiempo, maestro de enseñanzas y recuerdos, le hizo sonreír al ver la imagen de una hormiga explicando el trabajo en equipo en aquella presentación de su empresa. Cosas del marketing, pensó, aunque le faltaba la ultima parte, según recordó, la que hizo correr a su abuela. La realidad...aceptar lo que somos...hormiguitas...o dulce azúcar.

La verdad, es que cada cual tiene su respuesta...pero nunca he sabido si las hormigas bailan. Por si acaso, hoy le pongo esta canción para que lo hagan al oírla. ¿Loco?. Si, claro nunca he tenido claro de que fila de hormiguitas soy...si de las que van...o de las que vienen. Pero loco, claro. Como cualquier hormiguita que sigue creyendo en caminos que conducen al néctar del despertar tras un dulce sueño.

Comentarios

  1. Nadie sabe si vamos para arriba o para abajo, será cuestión de estudiarnos para ver si lo averiguamos, o pensándolo bien ¡que más da!

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