El amigo invisible.

- ¿Y a ti,Elías, que te ha regalado tu amigo invisible?,pregunto Lucia,la psicóloga del grupo.

- Conmigo ha acertado de pleno,respondió Elías. Me ha regalado un libro titulado "El libro de tu vida".

Elías mostró el libro.Tenía una encuadernación muy llamativa, con unos colores definidos y precisos alrededor del titulo.

- ¿Te gusta?,preguntó Lucia.

- Si claro, echarle una ojeada. Comprenderéis el porque acertó mi amigo invisible.

Elías paso el libro al grupo y estos lo fueron viendo de uno en uno hasta que llego a Lucia. Lo abrió y miro sus páginas con atención. Oyó la voz de Elias.

- ¿Ves?, es "El libro de mi vida"... en blanco,sus páginas están totalmente en blanco.

Lucia,la psicóloga,escuchaba la letanía de Elias mientras recordaba como se había formado aquel grupo de pacientes.Eran cinco, todos con Esclerosis,todos especialmente negativos ante la visión del día a día, de la enfermedad.Ella lo había escogido en un intento de integrarlos con el resto de pacientes. Y se le había ocurrido comenzar por un juego,"el amigo invisible, como terapia de motivación e integración.

Elías continuaba con su desmotivadora charla:"...eso es mi vida con esta maldita enfermedad, páginas y páginas en blanco, días sin nada que contar...".

- Sin embargo en esta página, interrumpió Lucia, lo que explicas como contabas un cuento a tu hija es precioso. Y en esta otra,continuo Lucia pasando páginas, la que titulas "De pelea con el Sol" tienes una poesía tremenda. ¿Lo ves, Clara?, decía mientras le pasaba el libro.

- Es verdad. dijo Clara, es preciosa. Antes no me pare a leer pero ahora, que lo hago, me hace sentir muy bien.

Fueron pasando el libro de mano en mano, cada uno de ellos leías una nueva aventura a cual mas extraordinaria que la anterior. Algunas con risas cómplices,otras con preguntas a Elias de cuando le ocurrió aquello. Lucia les animaba a leer una nueva página tras cada pausa por el cansancio, por la risa o por la magia del momento. Elías escuchaba asombrado mientras los miraba, entre la incredulidad y la duda. Finalmente Lucia le paso el libro, de nuevo, a Elías.Este lo abrió, lo miro y empezó a hablar: "... aquel día tenia una sensación muy especial, no quería hablar pero si quería sentir....". Finalmente, Elias, estaba leyendo un libro en blanco.

Y es que cualquier vida puede rellenar un libro. Solo hace falta saber leerlo. No hay vidas vacías, ni páginas en blanco. Si ayer llovió o fue un día soleado, puede ocupar mas de una página de quien lo vivió y lo escribe en el libro de su memoria.

Mientras escribo esto,estoy escuchando: Even in the quietest moments (Supertramp)