El caballo, la paloma y el cañón.

Aquella tarde las horas parecían languidecer con una especial sonrisa. Estaba sentado, como en una suma de tardes a las que no prestaba atención, en el sofá. No recuerdo que programa estábamos viendo. Bueno, recuerdo que yo no lo veía porque las brumas del sueño, ya conocían el camino, estaban entran en mi mente como quien sabe que esta, de nuevo, en casa. Era un rito que, algunas tarde se había roto, pero aquella parecía no tener predisposición para hacerlo. Y el sonido continuaba...

La paloma blanca alzo su vuelo y fue a posarse sobre el caballo. Este apenas se inmuto. Continuo paciendo en la pradera, en un rito que no altero la paloma. Pero esta quería llamar su atención y le dijo:

- Admiro tu valor.

-¿Por que?, pregunto el caballo.

- Llevo ya algunos días que te observo. Te pones a comer con total tranquilidad y, o eres un loco, o no te has dado cuenta que siempre comes delante de un cañón, en su linea de tiro.

- ¿Y que tiene eso de extraordinario?. No hay nadie cerca del cañón, nadie lo va a disparar. Por mucho que esta delante, no corro peligro alguno.

- Sabes que eso no es así, dijo la paloma. El ser humano es impredecible y puede venir, cargar y disparar antes de que te des cuenta. Sabes que no seria la primera vez que algo así ocurre.

- Es difícil que me sorprendan, pero aun así ¿que sugieres ?, tengo curiosidad por saberlo.

- Simplemente que te pongas a pastar detrás del cañón. Es mucho mas seguro.

- Nunca, contesto con furia el caballo. Ya estuve detrás del caños y me ataron a el para transportarlo, para empujarlo y llevarlo a otros sitios y disparar a otras gentes. Nunca, sabes, estaré tras él. Estaré siempre delante del cañón en libertad, pero no tras él con ese yugo en mi espalda. ¿O donde prefieres morir tu: en una jaula o volando en liberta?....

..... el sonido desapareció, mi mente despertó como tantas otras tardes. Mis ojos vieron como muchas veces antes habían visto,encima del mueble del televisor, un caballo, una paloma y un cañón que una persona que quiero mucho allí dejo.Pero esa tarde una sonrisa escapo al despertar,y verlos de nuevo, porque me habían regalado este pequeño sueño de libertad como hacia tiempo no tenía.

Mientras escribo esto, estoy escuchando: Flor de Luna (Santana)