Cuando el mar se hizo canción.

En la vida cada uno de nosotros guarda historias, vivencias, sentimientos y otras cuestiones del corazón que, por una u otra razón, quedaron muy dentro de nosotras. Salen a luz muy de cuando en cuando. Y no importa la edad que tengamos, salen rompiendo los diques de contención que hayamos podido colocar.

En mi caso salió con toda su fuerza y, os diré, que es un bello recuerdo, un sentimiento puro. No hace sufrir, más bien todo lo contrario.

No hace muchos días dos muy buenos amigos, ella y él, me hicieron un regalo para mi impagable. Me llevaron, una mañana, junto al mar. Hacia más de dos años que no sentía el sonido de las olas romper en la playa, el susurro del aire marino en la cara. Nos sentamos en un bar junto al paseo marítimo, se divisaba toda la playa. Nuestra conversación fue de tiempos en que fuimos y ya no éramos, de añoranzas. Y sucedió…

Me quede absorto mirando al mar y la canción volvió a mí como el renacer de un nuevo día, una y otra vez. Cada ola traía un estribillo de los ecos de lejanos tiempos cuando me senté en aquella misma playa. Cuando amanecía, en una noche de San Juan, y mi pensamiento se fue con ella. No existía nada más que ella y, ella, vivía en un lugar donde no había mar. Pero la canción era un eco que hizo que, mi cabeza, dibujara su rostro en las olas. Cada batir de la ola, era su nombre estampado en mi corazón. Cada nota de la canción, era una lágrima por no tenerla junto a mí. Y las hogueras de San Juan ardían en sus últimos rescoldos. La canción seguía junto a mí. No logre sacármela de la cabeza. Y
 
..Y ese día volvió a sonar gracias mis dos amigos, ella y él, sin que ninguno de los dos, él y ella,lo sepan. Pero había una diferencia. Las notas de la canción eran con otro eco porque, ella, estaba esta vez junto a mí y con mis dos amigos, ella y él, a los que agradezco los ecos que volvieron a traer a mi corazón y los recuerdos a mi cabeza. Esta vez me quede absorto, mirándolos a los tres y agradeciendo que me regalaran esta canción de nuevo. Este pequeño pensamiento es para ellos.
Ella y yo tenemos una canción pero, esta, solo la oigo de vez en cuando yo.

Cada uno de nosotros tenemos una canción, o quizás más de una, depende de la persona en la que pensemos o el mar que miras o escuchas. Solo tienes que cerrar los ojos y oír las notas de tu canción. Disfruta con ella.

La canción se llama Sparrow (Gorrión) de Simon y Garfunkel y, empieza, preguntando: ¿quién amara a ese pequeño gorrión?. La puedes escuchar en este reprodutor:

Comentarios

  1. Como me alegro. en mis blogs sobre todo en mis cosas, tienes una fotos de mar preciosa paate y lo ves. ES EL MAR DE MI TIERRA Un abrazo

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  2. La memoria es casi mágica, capaz de transportarnos a otro lugar con solo un pequeño estimulo, esa fragancia a mar, ese sonido del oleaje, esa sensación de humedad en el ambiente. Me alegra saber que ella también esta en el presente, no solo en la memoria. Y que su nombre no es Mielina.

    Disculpame pero cuando leí el título de tu blog, creí que era nombre de mujer. Ahora que ya te he leido se que no es así. Que es una substancia de nuestro organismo y no una hermosa dama, y si lo fuese sería una de las más crueles.

    Me alegra haberme encontrado con tu blog y también con alguien que conozco (chus).

    Un fuerte abrazo.

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