Una estadística de ensueño.



He curioseado por esta nuestra red de cada día las miles, por no decir millones, de las estadísticas que nos reflejan cada día los medios de comunicación, prensa, televisión o demás. Es evidente que cada uno de nosotros formamos parte, no ya de una, de bastante de estas estadísticas.

Están las que reflejan el día a día. La cesta de la compra, las hipotecas, el paro, las audiencias televisivas, lo que gastamos, lo que debemos, lo que tenemos. Lo que quieras pensar porque seguro que hay una estadística para lo que estas pensando. Y no hablemos de las estadísticas lúgubres, aquellas que cuentan muertos, accidentes, enfermedades o demás "lindezas" que seguro que puedes pensar. Hay incluso estadísticas para las estadísticas.

Estadísticas de consumos, de habito, de cuando y porque se escribe en un blog, de por que se ama a tal hora y se odia a tal otra. Estadísticas para conocer tu futuro y tu pasado. Estadísticas blancas, verdes y negras. Estadísticas son parte de nuestra vida, casi sin que lo sepamos.

Pero quisiera formar parte de unas estadísticas un tanto diferentes. Aquellas estadísticas que deberían decir cuantos de nosotros apreciamos un amanecer o un atardecer. Ser parte de esas estadísticas que explican la belleza de un sueño y no de las que se paran en decirte que todos soñamos.

Una estadística que sea capaz de hacerme sentir parte de un mundo humanizado y, como ahora es, no parte de un mundo mecanizado, matemático. Explicándolo todo al mínimo detalle. Porque explota un volcán y cuantas victimas provoca. Otra estadística.


Quiero formar parte de la estadística que formas tú, quien me esta leyendo en este momento, que como yo aun eres capaz de sentir la ultima palabra bella que han pronunciado junto a ti. Y da igual que tengas Esclerosis. Ese sentimiento no hay enfermedad ni estadística que te lo arranque de tus entrañas. Es parte de ti, como algo indivisible. Algo que solo tu sabrías explicar y solo podría formar parte, si así fuera, de una estadística de ensueño.

Estas serían las únicas estadísticas no manipulables, las de los sueños, las del corazón. Aquellas que salen desde nuestros más recóndito de nuestros adentros y que,nadie, puede trasladar a un trozo de papel para una simple noticia de prensa. Somos cada uno mucho más que una estadística por mucho que se empeñen las multinacionales farmacéuticas o los diferentes medios de comunicación. Por lo menos, aún se disfrutar de una sonrisa cuando me la dan en la calle, sin estadísticas de por medio. No soy un 10% de alguna estadística. Soy una persona que siente, llora, ríe y ama como cualquier otra. Incluso el que hace las estadísticas.



  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Thick As a Brick (Jethro Tull)

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