El menosprecio de nuestra mente.


Estoy conociendo a personas que me dan lecciones, cada día, de superación, de fuerza y de valentía ante la EM. Pero, también, estoy conociendo a otras que dejan que su mente les gane la batalla día tras día. Dejan que la depresión, como ya escribí antes, les quite la esperanza. Simple y llanamente, se dejan.

Parecen tenerlo todo hecho en la vida. Solo les cabe esperar... Esperar ¿que?. Me comentan que no creen en nada, que solo se sientan y esperan y que todo es una mierda. Pero, es curioso, lo único que hago es escucharlos. En ningún momento les interrumpo. Solo les escucho.

Y ocurre una cosa curiosa. Al final, se quedan calladas, mirándome, con una extrañeza como indagando que estoy pensando. La pregunta que me hacen, viene a ser la misma: ¿Te ríes de mi, no?.

- En absoluto, les contesto, pero si te escucharás a ti mismo oirías mucho de lo que aun tienes que hacer, que dar. No se porque esperar, si lo que ha de venir vendrá a tu encuentro estés de pie, sentado, en una silla de ruedas o en cama. Vendrá, no hace falta que lo esperes, ni que la llames tan intensamente.

La ultima conversión que mantuve, de este tipo, fue con una mujer que tiene la carrera de piano. Y esta esperando en Internet no se a que. Había dejado de tocar. Y eso es un despilfarro que no puedo permitir. La belleza que tiene oír una pieza de música no tiene comparación.

Ha dejado atrás el menosprecio que su mente le estaba haciendo a su vida y a su talento y nos debe una canción al piano. Ella elegirá el tema. Pero nos tocara esa pieza y quedarémos en silencio, escuchando y sonriendo. Hay mucho, en cada uno de nosotros, para dar aún.

  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Claire de Lune (Debussy)

Comentarios

Entradas populares