Cenicienta y la esclerosis múltiple.


El príncipe andaba cabizbajo por los pasillos de palacio. Hacia algunas semanas que Cenicienta notaba como su humor no era el de antes. Rehuía estar junto a ella el máximo tiempo posible, excusas de trabajo de la corte, asuntos de nobleza. Pero ella sabia que la razón era otra.

Aquella noche estaba despierta cuando entro en la habitación. Era muy tarde pero, aquella noche, ella no había tomado la pastilla y lo estaba esperando.

Cuando se acerco al lecho conyugal, le pregunto:

- ¿Que te pasa conmigo?, ya no eres el de antes.

La voz de Cenicienta sonó suave, aterciopelada, como el susurro que fue siempre.
- Estoy un poco agobiado con los asuntos de la corte -, contesto el príncipe sin inmutarse ni extrañarle que ella estuviera despierta.
- Estoy pensando - continuo el príncipe - en realizar un viaje lejos para cazar y poder relajarme, creo que necesito encontrarme a mi mismo, volver a ser quien era antes.

Cenicienta escuchaba en silencio. Las lágrimas no se notaban en la penumbra de la habitación real.

- A ti no te faltara de nada -decía el príncipe - me encargare de que todos mis vasallos estén por y para ti. No has de preocuparte de nada. Lo tendrás todo solucionado. Pero me agobia la falta de identidad que tengo en estos momentos.

Cenicienta continuo escuchando, en silencio, al príncipe. Ella sabía que estaba escuchando excusas preconcebidas de antemano. Se había roto el amor. El príncipe tenia miedo. Él, curtido en mil batallas, tenia miedo.

Hacia un año que, a Cenicienta, le habían diagnosticado Esclerosis Múltiple. Ella lo había aceptado, con valor y lucha, y trato de explicarle al príncipe que era esa enfermedad. Pero, este, se iba, la abandonaba.Porque, el príncipe, era muy valiente cuando sabia el ejército o el dragón que tenia enfrente. Pero no cuando, simple y duramente, se trataba de demostrar realmente el AMOR. Eso, al parecer, ya no era asunto real sino más mundano.

Nota: Cenicienta y yo hemos crecido y nos hemos topado con la realidad del día a día. Pero ella esta muy bien y, la versión infantil de los hermanos Grimm, aún es la oficial. Dejemos que así sea.
  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Dazed and confused (Led Zeppelin)

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