El largo y cálido verano.

Las temperaturas van en aumento. Ya tenemos encima nuestro el verano. Atrás quedo el gélido y frió invierno. Llega el tiempo de poder pasear, al atardecer, cuando la brisa invita a salir. Cuando todos parecen dejar atrás el letargo de la siesta.

Llega el tiempo en que las noches quedan serenas, en silencio. Llega el tiempo que apetece hablar con los amigos, hasta altas horas de la madrugada. El tiempo de vacaciones, en que todo se ralentiza. En que todo parece cobrar un ritmo diferente...

Si digo la verdad, le tengo pánico a estos meses. Las noches se me hacen eternas, no ya porque no encuentro silencio alguno, sino simplemente porque no se como ponerme en la cama. Y el día no es,precisamente una promesa de mejora. Si es cierto que las cosas parecen ralentizarse. Pero es debido al tremendo esfuerzo que me cuesta hacer cualquier esfuerzo. Seguro que sabes de que estoy hablando.

Llega el tiempo que, parece que por decreto, todo el mundo debe coger vacaciones, divertirse, olvidarse de lo cotidiano, dejar de ser uno mismo para ser un numero en una estadística diferente: la de viajes, turistas, vuelos, retrasos o vete a saber cual de ellas. Pero te has de convertir en algo que tu, seguro, no eres.

De verás, tengo pánico al periodo veraniego. Me cuesta respirar y, demasiada gente, se convierte en médico y me dice que es normal. Es por el calor. Me canso mucho más y me dicen que es normal. Es por el calor. Seguro que diré que veo menos y,algún listillo, me dirá que es normal. Es por la nube de humo del volcán de Islandia. !!! Pánico, le tengo pánico al verano ¡¡¡. Espero que pase pronto el largo y cálido verano.

• Mientras escribo esto, estoy escuchando: Sultans of Swing (Dire Straits)