El precio de una mirada.


Puede que alguien quiera ponerle precio a todas las cosas. Puede. Pero todos sabemos que, afortunadamente, hay cosas que no tienen precio. Pero aún así hay quien nos dirá que todo tiene su precio. Pero no es verdad. ¿Que precio tiene una mirada?.

Y no hablo de una mirada cualquiera. Te hablo de esa mirada que has sentido alguna vez, en alguna ocasión, que te llega a la entrañas del corazón, que te congela todo tu ser, que te paraliza el alma. Esa mirada que, no sabes porque, desnuda tus mas intimos pensamientos, deja tu boca seca sin proferir palabra alguna. Y no sabes porque. ¿Que precio tiene esa mirada?

Y la descubrimos cuando menos la esperamos en una foto, una noticia, una mujer, un niño o simplemente en un ser que nos mira y nos pide ayuda desde el profundo silencio de sus ojos. ¿A eso le pueden poner precio los banqueros?. Ellos llegaran a tener ese profundo silencio en sus miradas, minutos antes de morir y no podrán decir nunca que precio tiene el billete del viaje que inician.

He tenida la fortuna de ver miradas tan profundas, cada día alrededor vuestro podéis hallar una si os paráis a mirar, que al recordar algunas de ellas me tranquilizan y me dan una paz que no puedo describir pero que, aunque no se muy bien como, trato de que alguien que lea este pensamiento de hoy tenga la suerte de ver esas miradas que yo percibo. Sabrá de que estoy escribiendo hoy.

  • Mientras escribo esto, estoy escuhando: Heart of Gold (Neil Young)

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