El ángel de la guarda.


"Ángel de la guarda, dulce compañía...", así termina una oración con la que mi madre nos acostaba todas las noches. Lo hacía con voz suave, dulce para que estas palabras nos acompañaran en nuestros sueños. Dicen que todos, cuando somos pequeños, tenemos un ángel que nos cuida. Y puede que haya algo de verdad en esto. Solo hemos de pensar algunas de las, digamos, travesuras que todos hemos hecho y nada nos paso

No se en que punto, de mi vida, deje de creer en ello. O en que punto el ángel se aparto de mi. Pero si es cierto que ahora, si sintiera el ángel cerca, le hablaría de los muchos niños a los que tiene que cuidar y que,por lo que veo día a día, no cuida. Le diría que ya cumplió conmigo y que no debe distraerse con los sueños que ahora tengo. Porque son sueños que ya conoce y los ha sentido junto a mi.

Es la hora de abrir nuevos sueños de pequeños seres que vienen a la vida y que no tienen culpa alguna de las pesadillas que, algunos mayores, han dibujado en el horizonte de sus vidas.

Es hora de que, el ángel de la guarda, deje de explicarles que significa la palabra esperanza y la haga realidad. Es hora de que, todos los ángeles, digan basta de guardar nuestras vidas cuando somos niños y nos abandonen cuando empezamos a preguntarle, implemente, que significa vivir.
  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Who are you (The Who)

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