Y el séptimo día descansó.


Y llegó el Lunes y la oposición pidió que el Presidente compareciera ante el Congreso de los diputados y diera explicaciones de por que se había realizado sin el concenso adecuado y de esa forma tan precipitada.

Y el Martes, el Presidente dijo que iría al Congreso y daría las correspondientes explicaciones, pero que todo se había hecho pensando en el bien común y en el bienestar de todo el pueblo.

Y el Miércoles, el Presidente dio las correspondientes explicaciones seguidas de los correspondientes turnos de replicas de la oposición y, todo ello, siendo grabado para los correspondientes informativos que darían cumplida cuenta del evento.

Y el Jueves cada grupo del Congreso expuso ante las cámaras, de los informativos, en un resumen de unos diez segundos, lo poco que les había convencido el Presidente y lo mucho que ellos podían hacer por el país... cuando fueran elegidos claro, mientras pues aguantar al Presidente.

Y el Viernes, todos los medios informativos se hacían eco de la apasionante semana política que se había vivido, una de las mas duras de los últimos dos años y la creación de una comisión que vigilaría todo lo tratado en el Congreso.

Y que se acercaba la jornada futbolística, por cierto, con uno de los partidos del siglo.

Y el Sábado, los bancos seguían no creando comisiones, sino cobrándolas. Las grandes empresas, seguían generando beneficios y despidos. Los especuladores cerraban otra semana en bolsa, con los bolsillos llenos.

Y llego el Domingo y, de nuevo como durante millones de años, la tierra tembló. Pero era el día de descanso. Ya se pedirán explicaciones mañana, que para eso es Lunes.

Nota: Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia con alguna comisión que habré visto.

  • Mientras escribo esto, estoy escuchando: Crossroads, Cream (Live At Winterland)

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