El valor de la vida



Alguien puede creer que, cuando se habla con tanta frialdad de la muerte, se desprecia o, mejor dicho, no se le da valor a la vida. Nada mas lejos de la realidad. Es desde el inmenso valor que nos ha enseñado la vida que tiene, desde donde podemos afrontar lo que viene con toda la fuerza.

Hay quienes, con el solo nombre de la Parca, ya desvía la conversación hacia otros asuntos. Y, si hay algo tan natural como vivir, es morir. Y nunca frivolizo con esto, pero procuro sonreír con ambos extremos.

Y todo por que queremos aferrarnos a no se muy bien que. Nos da miedo algo que ya conocemos, hemos estado allí durante millones de años, pero aún se guiemos con miedo. Y no hay que temer a lo que se conoce.

Reconozco que, quizás, sea un poco frío escribiendo esto (aunque el sentimiento no se muy bien como hacerlo llegar a mis seres queridos), pero si ellos supieran como me siento por dentro, de verdad, les colmaría la misma paz que yo tengo al escribir esto, y nada de tristeza. Solo me cola alegría por que, al pensar en ellos, solo me inundan recuerdos que me hacen sonreír... e incluso reír ("ha venido una"garrafa" de viento que me ha despeinado",-ahora mismo te voy a leer una "poseia"-).

De verdad no dramaticemos tanto el tema de la muerte y, mucho menos, habiendo tenido una vida plena. Mientras alguien te lleve en su corazón, y en su memoria, seguiremos vivos. De nosotros depende el recuerdo que tengan, sin ninguna duda.

  • Mientras escribo esto, estoy escuchando Mama, you got a daughther (John Lee Hooker)

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